Revista Técnica “energía”, Edición No. 15, Issue I, Julio 2018
1. INTRODUCCIÓN
En los últimos años, la sustitución de luminarias
convencionales y poco eficientes como las lámparas
incandescentes, lámparas halógenas, lámparas
fluorescentes compactas y lámparas fluorescentes
lineales, por dispositivos de iluminación de estado
sólido, entre los que destacan los diodos emisores de
luz, más comúnmente conocidos como LEDs, ha
experimentado un importante crecimiento, debido a que
proporcionan a los sistemas de iluminación un
significativo aumento en la eficiencia energética,
reducción de costes económicos y menor impacto de
emisiones de CO
2
[1].
Los sistemas de iluminación basados en luminarias LED
son hasta un 80% más eficientes que las fuentes de
iluminación tradicionales, como las lámparas
fluorescentes e incandescentes. La tecnología LED ha
demostrado una elevada eficacia energética en relación
a las fuentes de iluminación convencionales. Asimismo,
la constante reducción de los precios de adquisición de
las luminarias LED permite una recuperación de la
inversión inicial en períodos de tiempo razonables. Se
proyecta que los sistemas de iluminación LED reducirán
el consumo de energía eléctrica en un 15% hacia el año
2020 y hasta en un 40% en el año 2030 [2].
En los últimos años, la evolución de los niveles de
iluminación y de los costes de las lámparas LED ha sido
muy significativo. El nivel de iluminación se ha
incrementado de 50 a 100 lumens/watt en tanto que los
costes por lámpara han experimentado una significativa
reducción de 70 a 10 dólares entre los años 2010 y
2014. Asimismo, se espera que la tasa de penetración de
las luminarias LED en el mercado mundial de los
sistemas de iluminación alcance una cuota del 60% en
el año 2020 [3]. Así, al año 2030, la tecnología LED
permitiría ahorrar 261 TWh/año, una reducción del 40%
del consumo de electricidad, comparado con un
escenario sin empleo de los sistemas de iluminación
LED. Asimismo, si se mantienen los niveles de
investigación y desarrollo en la tecnología LED, una
penetración optimista de los sistemas LED podría
incrementar el ahorro anual a 395 TWh, en el año 2030.
Una reducción del 60% del consumo de electricidad en
comparación con un escenario sin un masivo empleo de
las luminarias LED en los sistemas de iluminación [1].
En Estados Unidos, el programa de eficacia lumínica
pretende superar el rendimiento lumínico de 200 lm/W
para el año 2025, reduciendo los costos de fabricación
de LED y proporcionando importantes ahorros de
energía. En [1], se demostró que las tecnologías LED
pueden reducir significativamente el uso de energía en
la iluminación y mantener los elevados niveles de
rendimiento sin usar grandes cantidades de materiales
tóxicos o escasos.
Existen en la literatura científica especializada varios
estudios relacionados con experiencias de optimización
en sistemas de iluminación interior para
establecimientos de educación superior [4, 5, 6].
La implementación de luminarias LED en el edificio
ESIME Zacatenco de la ciudad de México permitió
obtener un considerable ahorro en el consumo de
energía eléctrica, alrededor de 66%, en comparación al
sistema de iluminación con luminarias fluorescentes
anteriormente existente [4]. Asimismo, en el laboratorio
de iluminación de la Universidad Técnica de Riga, se
realizó un estudio de integración de luminarias LED,
con ayuda del software DIALux. Los resultados de la
simulación realizada demostraron que el uso de la
tecnología LED permite reducir significativamente el
consumo de energía en los sistemas de iluminación, en
un 67% en el caso descrito. Además, se determinó que
los niveles de iluminación artificial con mediciones
manuales y los valores obtenidos por simulación en
DIALux fueron muy similares. Esto indica que las
simulaciones con ayuda de software especializado
asistidas por computadora se emplean como una
herramienta efectiva en el diseño de sistemas de
iluminación interior [5].
En diferentes investigaciones previas se ha demostrado
que el tipo y nivel de iluminación influye en la
productividad y el estado de ánimo de las personas en el
entorno de trabajo. Así, en un estudio realizado, en los
Estados Unidos, en varias escuelas de niños de nivel
inicial se demostró que los niños presentan
comportamientos más animados y alegres bajo
condiciones de iluminación LED en comparación con
las luminarias fluorescentes [6].
En Ecuador, la inclusión de un programa de sustitución
de luminarias por luminarias LED en el sector
residencial, comercial e industrial representaría una
significativa reducción del consumo eléctrico y un
menor costo económico tanto para consumidores como
para el Estado. Los sistemas de iluminación LED
presentan consumos de energía reducidos y una vida útil
superior a las luminarias convencionales [7]. En
comparación con la iluminación fluorescente, las
lámparas LED tienen un consumo de energía
aproximadamente 50% inferior y una vida útil más
prolongada [8].
En el presente trabajo se pretende optimizar el consumo
eléctrico de los sistemas de iluminación, planteando
varios diseños en espacios interiores de la Universidad
Técnica de Ambato, con la finalidad de analizar los
resultados de los niveles de iluminación del sistema
fluorescente existente, que no cumple con las
especificaciones técnicas de la normativa vigente de
iluminación, frente a un sistema de iluminación LED.