A. Ríos et al. / Estrategia para la Reducción del Consume Eléctrico en el Sector Residencial del Ecuador
2.4. Integración de Criterios de Arquitectura
Bioclimática en la Edificación.
El incremento del consumo de energía eléctrica en el
sector residencial se refleja en el aumento del consumo
anual por abonado. Así, el consumo de electricidad por
abonado del año 2014 de 2 384,14 kWh/año se
incrementaría a 3561,46 kWh/año en el año 2035. El
sector de la edificación, que incluye tanto edificios
residenciales como no residenciales, presenta un elevado
potencial de ahorro energético, solamente superado por
el sector energético. En Europa, a pesar de que la
demanda de energía en los edificios se puede reducir a la
mitad, e incluso hasta un 75%, empleando las actuales
soluciones e innovaciones tecnológicas, los niveles de
rehabilitación, restauración y renovación de edificios se
mantienen muy bajos, aproximadamente del 1,2%.
Asimismo, los edificios sostenibles pueden reducir en un
50% el consumo de agua y hasta en un 70% los desechos
constructivos.
Un importante volumen de ahorro de energía en el
sector de la edificación se puede obtener con la
reparación y adaptación de edificios antiguos a edificios
nuevos de emisiones casi nulas – reducciones mínimas en
la demanda de energía de aproximadamente 50-60%, en
comparación con niveles anteriores a la rehabilitación,
restauración o renovación – y con la construcción de las
edificaciones bajo criterios de arquitectura bioclimática,
sostenibilidad energética, gestión inteligente de la
demanda y óptima integración con las redes de
distribución de energía: específicamente de electricidad
y calor. En la Unión Europea entre el 75%-90% de los
edificios actualmente existentes seguirán funcionando en
el año 2050.
Los edificios sostenibles deberán garantizar elevados
niveles de confort – confort térmico, calidad del aire, etc.
–. Asimismo, se deberán optimizar los programas
informáticos de certificación, así como los
procedimientos de auditoría energética y acreditación.
Existen un conjunto de beneficios adicionales
relacionados con una política de implementación de
medidas de eficiencia energética e integración de
sistemas renovables de generación de electricidad, calor
y frío en los edificios: generación de puestos de trabajo,
mayor seguridad energética, incremento de la
competitividad industrial, mejora de calidad de vida y de
la salud, reducción de la pobreza energética.
La Directiva de Eficiencia Energética en los Edificios
2010/31/EU reemplazo a la Directiva 2002/91/EC y
establece un marco normativo más ambicioso para
mejorar la eficiencia energética de los edificios de la
Unión Europea. Esta establece que todos los edificios
nuevos deberán ser edificios de consumo de energía casi
cero a partir del 31 de diciembre del 2020. Para los
edificios públicos, será el 31 de diciembre del 2018 [12].
La arquitectura bioclimática tiene como principal objeto
reducir el consumo energético, mediante la máxima
captación de energía y control de pérdidas energéticas
que puedan producirse debido al diseño arquitectónico.
Para el diseño del edificio, con una buena
implementación de arquitectura bioclimática, es
importante controlar las pérdidas energéticas. Para poder
realizar un buen diseño bioclimático se deberá estudiar la
ubicación y los parámetros meteorológicos y geográficos
del emplazamiento. La arquitectura bioclimática
conlleva la implantación de sistemas de captación solar
pasiva, galerías de ventilación controladas, sistemas
reguladores de la temperatura y de la humedad. El diseño
arquitectónico del edificio tiene como objetivo
aprovechar el clima y las condiciones del entorno con el
fin de conseguir una situación de confort térmico en su
interior, así como, reducir la demanda energética [12]. El
aprovechamiento máximo del sol implica una orientación
hacia el sur, que optimiza la entrada de radiación solar en
invierno, cuando el sol está bajo, y la impide en verano,
momento en el cual sobra la energía solar. Un edificio
con grandes ventanales orientados hacia el sur y pocas
ventanas hacia el norte utiliza alrededor de un 30%
menos de energía que un edificio que no está orientado
de esta manera.
Los despachos y áreas de trabajo de mayor área se han
establecido en contacto con la fachada sur, de este modo,
en estas zonas, se reducirá la demanda energética, así
como la demanda de iluminación. Otro factor importante
de la arquitectura bioclimática, aparte de la captación
solar, es el almacenamiento de la misma. Se implantarán
materiales de elevada capacidad de absorción térmica,
para así almacenar la energía diurna y evitar las
oscilaciones de temperatura, durante las horas nocturnas
[13].
Tras la aparición de la arquitectura bioclimática se
han realizado gran cantidad de proyectos de este tipo de
arquitectura, que ha permitido comprobar la viabilidad
económica de estos planteamientos, y las grandes
ventajas medioambientales y de ahorro a medio y largo
plazo. Un estudio sobre el diseño de un edificio de
oficinas modelo propuesto por GSA para construir en
Manchester por la Consultoría Ingeniería Dubin-
Mindell-Bloome evaluó las necesidades energéticas en
función de un diseño convencional [14]. Entre las
mejoras energéticas propuestas y los ahorros de energía
obtenidos las que destacan:
• El incremento de la resistencia térmica de paredes,
suelos y techos permite obtener ahorros del 21,5% al 28%
en relación al consumo energético de un edificio
convencional.
• La utilización de acristalamiento doble mejora un
15% y triple hasta un 21%.
• La reducción de la cantidad de sombra permite
obtener ahorros de un 4,5%.
• La reducción del acristalamiento, la proporción de
ventanas-pared hasta un 16%.
• La adecuada orientación y la relación longitud-