Edición No. 16, Issue II, Enero 2020
1. INTRODUCCIÓN
En años recientes, la velocidad de la transmisión de
la información ha adquirido un papel relevante en las
empresas, fruto del avance de la tecnología. Las
organizaciones están sometidas a grandes cambios,
relacionados con las nuevas tecnologías de información
y del conocimiento. Esto influye en su política y
estrategia corporativa al haberse modificado el concepto
de solo producción industrial a otro basado en el
conocimiento y la adquisición de competencias [1] En
este nuevo contexto, la ventaja competitiva sostenible
para los individuos y las organizaciones ya no son
tierras, capital, mano de obra o energía, sino el
conocimiento, como un activo intangible [2].
El conocimiento es un insumo creado y acumulado a
través de un proceso denominado de aprendizaje
organizativo [2]. En la creación y acumulación de
conocimiento participa la gestión de talento humano,
entendiéndose talento como la suma de capacidades
(competencias, y conocimientos) que aportan en la
productividad. El conocimiento es la captura intelectual
de la información para que sea usada con el propósito de
mejorar las condiciones de vida de las personas [3].
El conocimiento individual contempla las
capacidades humanas; el conocimiento organizacional
está formado por las estructuras y programas que
facilitan el uso efectivo del conocimiento en los
procesos que agregan valor, ya sea para las partes
interesadas de la empresa (Gerentes y empleados) o
externos (proveedores y clientes) [4].
La Gestión de conocimiento puede ser definida
como un proceso sistemático de búsqueda, selección,
organización y difusión de información, con el
propósito de aportar a los integrantes de una
organización los conocimientos necesarios para
desarrollar eficazmente su labor. Esta gestión permite
obtener información y comprender mejor acerca de las
propias experiencias para, posteriormente, aplicarlas en
la tarea diaria, en la planificación estratégica, en la toma
de decisiones y solución de problemas. Es decir,
consiste en transformar la experiencia en conocimiento,
y el conocimiento en experiencia [5].
La Gestión de Conocimiento tiene como objetivo el
implementar estructuras y programas que, a través de un
adecuado impulso y administración del conocimiento,
permitan a las empresas lograr un valor agregado que
las distingan de sus competidores [6] y así estructurar
procesos orientados a la mejora continua.
La Gestión de Conocimiento está orientada a
transformar una empresa de ser generadora de datos a
ser gestora de información, a partir de lo cual el
conocimiento se forma en la organización [1].
Para la Gestión de conocimiento se requiere la
armonía de tres factores (que conforman la estructura
y/o programa): las personas que comparten el
conocimiento, la tecnología que constituye el soporte
del conocimiento y los procesos internos que permiten
concretar el intercambio [5].
El Operador Nacional de Electricidad CENACE,
como organización encargada de la administración
técnica y comercial del Sistema Nacional
Interconectado (sistema eléctrico) del Ecuador explota
el conocimiento como su insumo más valioso. En este
sentido, CENACE ha establecido como proyecto
estratégico la estructuración de un proceso de Gestión
de Conocimiento. Con el fin de dar inicio a la
implementación de este proceso de Gestión de
Conocimiento, CENACE realizó un Diagnóstico
Situacional para la implementación en el año 2016,
concluyendo lo siguiente: “CENACE cuenta con los
factores necesarios para implementar un proceso formal
de Gestión de Conocimiento, potencializando los
conocimientos de los colaboradores y transformándolos
en un conocimiento organizacional mediante una mejora
continua en la gestión del talento humano, procesos,
tecnología, liderazgo, compromiso de la alta gerencia y
el desarrollo de una cultura de aprendizaje
organizacional, esto le permitirá a CENACE tener una
ventaja competitiva en relación a las empresas del
Sector Eléctrico.” [7]
Uno de los problemas que se identifica con mucha
frecuencia en las organizaciones y en CENACE es que
el conocimiento es patrimonio de una sola persona o un
grupo pequeño de individuos. El no compartir
conocimientos solo resta agilidad a los procesos y es
causa de ineficacia organizacional [5]. En este sentido,
la adecuada administración del conocimiento resulta
fundamental.
A este respecto, varios autores han visto la necesidad
de que esta concepción de administrar adecuadamente el
conocimiento debe ser gestionada de una forma técnica,
a través de un proceso muy bien estructurado de Gestión
de Conocimiento, que debería formar parte del Sistema
de Gestión de la Calidad (SGC) en las diferentes
organizaciones. En [2], [5] y [6], por ejemplo, se
identifican los tipos de conocimientos existentes en las
organizaciones y la metodología para la implementación
de la Gestión de conocimiento, lo cual permite conocer
la relación entre el conocimiento individual, la
organización, la cultura de aprendizaje y la innovación
dentro de las Organizaciones.
Como se mencionó, CENACE ha puesto en marcha
el proyecto de la implementación de la metodología de
la Gestión de Conocimiento en la Institución, teniendo
como visión el mantener una ventaja competitiva dentro
del Sector Eléctrico, llevando de esta manera a
CENACE a tener un compromiso firme y consciente
de convertir el conocimiento individual en
organizacional, y de esta forma lograr una gestión
integral que pueda mitigar eventos relacionados con la
rotación del personal, cambios tecnológicos y nuevas
responsabilidades del colaborador.