Revista Técnica “energía”, Edición No. 15, Issue II, Enero 2019
1. INTRODUCCIÓN
La masificación en el uso de los automóviles
particulares ha llevado a las grandes ciudades a
enfrentar graves problemas de congestión vehicular
y medioambientales. En el caso del Distrito
Metropolitano de Quito, la municipalidad está
trabajando en la implementación de medidas
amigables con el medio ambiente que permitan
mejorar la circulación vehicular mediante el uso
masivo del transporte público [1] [2].
Bajo este antecedente, a partir del año 2012 se
planificó la construcción del primer sistema de
movilidad eléctrica subterráneo en Ecuador,
denominado: “Metro de Quito” (MQ). La primera
línea de este sistema cuenta con una distancia
aproximada de 22 kilómetros desde Quitumbe
(extremo sur) hasta El Labrador (extremo norte) [3].
Adicionalmente, la primera etapa del “Metro de
Quito” contará con 15 estaciones de pasajeros
equitativamente distribuidas a lo largo del
recorrido. Se estima que el tiempo de movilización
para un recorrido completo, desde el Sur al Norte,
será de aproximadamente 34 minutos; lo cual
representa un considerable ahorro de tiempo para
los pasajeros en comparación con los actuales
sistemas de transporte (alrededor de 2 horas) [3] [4].
El sistema eléctrico del “Metro de Quito” se
constituye por subsistemas de fuerza, mecánico,
eléctrico y electrónico de alta complejidad, que
permiten integrar los sistemas de alimentación con
el equipamiento de tracción y los controladores [5].
Generalmente, estos subsistemas son diseñados y/o
adquiridos por separado, sin considerar una
modelación integral que permita comprender la
operación del sistema. La modelación de estos
subsistemas constituye una forma confiable de
evaluar su desempeño y minimizar riesgos frente a
posibles escenarios de operación que podrían no
cumplir con los índices de calidad y seguridad.
El modelamiento de los sistemas de movilidad
en redes eléctricas presenta la particularidad del
desplazamiento de la carga (tren eléctrico) a lo largo
de un recorrido establecido. En la Fig.1 se muestra
didácticamente el desplazamiento de un tren desde
un punto inicial (P
0
) hasta un punto final (P
f
), donde
se observa la característica particular del tren
eléctrico de moverse y conectarse en diferentes
puntos de una red eléctrica, cambiando el punto de
suministro de potencia/energía a lo largo de su
recorrido. Además del desplazamiento del tren, es
importante y necesario considerar la variación de la
demanda de los trenes eléctricos, cuyo valor
depende de: a) las condiciones de operación
(aceleración, velocidad fija, frenado), b) las
características de las vías (pendientes, peralte, entre
otras), y c) el peso a transportar (número de
pasajeros y horas de operación).
Estas características de la carga provocan
cambios instantáneos en los flujos de potencia,
nivel de armónicos y comportamiento dinámico de
los sistemas eléctricos provocando, por ejemplo,
cambios en los niveles de carga de los equipos,
diminución de los voltajes en las barras,
transitorios, entre otros. Por lo tanto, la estimación
del consumo de energía de los sistemas eléctricos
de movilidad constituye una de las variables de
entrada más importantes para el análisis
estacionario y dinámico del sistema eléctrico. Para
ello, es necesario incluir las características físicas y
eléctricas de los equipos que conforman los
sistemas eléctricos de tracción.
Generalmente, el impacto de la inclusión de
sistemas eléctricos de movilidad ha sido evaluado
mediante flujos de potencia. En [6] se muestra un
enfoque tradicional de evaluación de flujos de
potencia y cargabilidad de la red, considerando a los
trenes eléctricos como una carga estática invariante
en el tiempo y el espacio. En este caso, los
resultados son deterministas y no permiten evaluar
el impacto real del desplazamiento de los trenes, ni
el efecto de la variación de su demanda sobre el
sistema eléctrico. Por otra parte, en [7], [8] y [9] se
utilizan flujos de potencia probabilísticos resueltos
mediante métodos matemáticos directos o iterativos
como Montecarlo para la evaluación de sistemas
eléctricos. No obstante, estas metodologías no son
aplicadas en sistemas reales, ni tampoco evalúan
posibles riesgos operativos de los sistemas.
Bajo este contexto, y con el propósito de
mejorar el enfoque de las propuestas antes
mencionadas, el presente trabajo realiza una
modelación en detalle del sistema eléctrico del
Metro de Quito (sistema de movilidad real próximo
a entrar en operación) desarrollada en
PowerFactory de DIgSILENT. Posteriormente, se
propone una metodología de simulación estocástica
aplicando el método de Montecarlo (controlada a
través de las opciones de Python scripting), cuyos
resultados son finalmente analizados usando
criterios de gestión de riesgo.
La modelación estructurada considera: 1)
alimentación/conexión con el sistema de la
Empresa Eléctrica Quito (EEQ), 2) modelación de
las subestaciones de tracción y rectificación
AC/DC, 3) modelación de las catenarias en
corriente directa DC, y 4) sistema de rectificación y
alimentación de material rodante. La metodología
propuesta, basada en simulación de Montecarlo,
para la generación aleatoria de escenarios de
operación de sistemas eléctricos de transporte
masivo, considera las características propias del
desplazamiento de la carga y sus condiciones de
operación. Ésta es aplicada al modelo desarrollado
en PowerFactory para evaluar múltiples escenarios