Edición No. 18, Issue II, Enero 2022
1. INTRODUCCIÓN
Durante los últimos años, la planificación de la
expansión de los sistemas eléctricos viene evolucionando
y experimentando cambios, que se reflejan en nuevas
formas de expansión y que constituyen un reto
importante para los planificadores, quienes no solo deben
considerar el desarrollo de grandes proyectos de
generación, sino también la incorporación de generación
de pequeña escala embebida en las redes de distribución,
con el objetivo de dar solución a problemas puntuales que
surgen de estos sistemas, como por ejemplo, el control de
niveles de voltaje, reducción de pérdidas técnicas, la
atención de usuarios alejados, entre otros [1]–[4].
Dentro de las consideraciones más aceptadas por
diversos autores sobre la Generación Distribuida (GD) se
tiene que [5][6]:
La producción de electricidad se realiza con
instalaciones que son suficientemente pequeñas en
relación con las grandes centrales de generación, de
forma que se puedan conectar casi en cualquier
punto de un sistema eléctrico y que no están sujetas
a despacho centralizado; y,
La potencia de las instalaciones es reducida,
comúnmente por debajo de 1000 kW, aunque se
pueden manejar capacidades mayores.
Estos dos aspectos, no son temas menores, sino que
justamente son los aspectos que imponen los mayores
retos a los planificadores, quienes no solo deben evaluar
desde el ámbito técnico las implicaciones técnicas y
económicas que conlleva la incorporación de GD, sino
también, dentro del enfoque descentralizado, determinar
el modelo regulatorio para la habilitación de este tipo de
generación, así como las condiciones comerciales y
operativas para su participación, con el fin aprovechar de
manera óptima todos los beneficios técnicos, económicos
y ambientales que representa esta generación para el
sector eléctrico de cualquier país.
A nivel internacional se han desarrollado diversos
estudios relacionados con criterios para toma de
decisiones sobre la expansión de GD; dentro de estado
del arte destacan trabajos como el de [7] y [8], quienes
proponen el mecanismo Vickrey-Clark-Groves (VCG)
para la asignación de GD, bajo el criterio del beneficio
social, lo cual permite abordar aspectos importantes que
enfrenan los promotores de proyectos de GD, como la
incertidumbre de los costos, dado que modelos los
comerciales a menudo buscan proteger al usuario de las
implicaciones económicas dadas por la complejidad
técnica detrás de tecnologías, así como de las estrategias
de licitación.
Dentro de este contexto, queda en evidencia la
necesidad de desarrollar mecanismos simplificados o al
menos complejos de asignación de GD. En este sentido,
se identifica la potencialidad del mecanismo de subastas
para la incorporación de nuevos proyectos, ya que las
mismas pueden ser evaluadas con distintos criterios, que
hoy en día remplazan a mecanismos que se usaron en
etapas incipientes del desarrollo de la energía renovable,
como el del Feed-in tariff (FIT), que constituyó un
importante subsidio para las tecnologías renovables en
diferentes países del mundo [9]–[12].
Dentro de los beneficios de las subastas, se identifica
el fomento de una mayor penetración de GD con energía
renovable, bajo un proceso competitivo que ayuda a
reducir o descubrir los costos reales de la energía de los
proyectos licitados [13]. Las subastas impulsan la
competencia entre los licitadores, que pueden ser
productores o consumidores. Para un productor, dentro
de su función de ganancia está el beneficio que resulta
del precio, la cantidad de electricidad vendida en la
subasta y los costos de producirla. Los costos son
diferentes para cada productor y dependen del tipo de
central eléctrica: la eficiencia de las centrales eléctricas y
los precios del combustible y otros factores de entrada
son información privada [14][15].
No obstante, la decisión sobre la capacidad y precio
óptimo de este tipo de generación no es una tarea sencilla,
sino que requiere de la implementación de un proceso
sistematizado de análisis que ayude al planificador a
tomar la decisión sobre los proyectos de GD que se
implementarán, de lo contrario una mala decisión sobre
la incorporación de GD sin ningún criterio generaría más
problemas de los que se busca resolver.
Bajo estos antecedentes, en este artículo se analiza una
metodología completa para el proceso de subasta de
proyectos de generación distribuida, dentro del cual se
incluye la solución de un problema optimización entero
mixto (Mixed-Integer Linear Programming - MILP)
simplificado que toma la decisión sobre la subasta de
proyectos de GD con tecnologías neutras a ser
incorporados en las Empresas de Distribución (ED). Se
desarrolla además una aplicación (APP) con interfaz
gráfica que facilita al usuario el ingreso de datos y el
análisis de resultados.
Para el efecto el documento se ha estructurado de la
siguiente manera: En la sección II se presenta la
formulación matemática del modelo de optimización
MILP, la sección III muestra la metodología aplicada, en
la sección IV se presenta el caso de estudio y análisis de
resultados. En la sección V se presentan las conclusiones
del trabajo.
2. FORMULACIÓN MATEMÁTICA
La formulación matemática del problema para la
selección óptima de los proyectos que serán subastados
como proyectos de GD, se ajusta a un problema de
optimización lineal entero-mixto (Mixed-Integer Linear
Programming - MILP), cuya función objetivo es la
minimización de la sumatoria de los bloques de energía
y precios por la energía de cada proyecto "𝑖" asociado a
una variable binaría 𝑥
.
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