Edición No. 19, Issue I, Julio 2022
1. INTRODUCCIÓN
En sus inicios, muchos de los sistemas de potencia
eran diseñados y operados con el neutro aislado, es decir,
sin una conexión intencional a tierra. Este método era útil
especialmente ante fallas ocasionadas por contactos
momentáneos de una de las fases a tierra, ante las cuales
el sistema podía seguir operando por un determinado
tiempo hasta que la falla se despeje por si sola o fuera
localizada y reparada, evitando así interrupciones
prologadas del servicio. Sin embargo, con la expansión
de los sistemas de potencia, tanto en capacidad como en
nivel de voltaje, fenómenos de característica transitoria
ocasionados por fallas, maniobras y descargas
atmosféricas generaban sobrevoltajes recurrentes muy
altos que ponían en riesgo el aislamiento de los equipos.
Por estos motivos la mayoría de los sistemas eléctricos
empezaron a operar conectados sólidamente a tierra o a
través de una impedancia, permitiendo despejar
automática y selectivamente cada circuito con falla [1].
En la actualidad, existen varios métodos y criterios
para la conexión a tierra de un sistema de potencia y cada
uno tiene su propio propósito.
De manera general, los sistemas de puesta a tierra
cumplen una función importante en cuanto a seguridad y
protección, manteniendo los niveles de voltaje a tierra
dentro de límites seguros tanto para las personas como
para el aislamiento de los equipos. Adicionalmente los
sistemas de puesta a tierra proporcionan un flujo de
corriente que permite la detección de una conexión no
deseada entre los conductores del sistema y tierra; esta
detección inicia el arranque y operación de dispositivos
automáticos de protección que aíslan a los elementos y
equipos protegidos, prolongando su vida útil [2].
La conexión a tierra de un sistema de potencia
considera una gran cantidad de factores tales como: tipo
de conexión a tierra, factores de puesta a tierra, relación
de impedancias de secuencia, corrientes de cortocircuito,
sobrevoltajes, etc., factores que no pueden definirse
individualmente debido a su interdependencia. En este
contexto, seleccionar y diseñar un método de puesta a
tierra que ofrezca un equilibrio en términos técnicos y
económicos es una tarea difícil.
En sistemas de potencia antiguos como el de la
Central Illuchi I, en donde el neutro no existe, es común
la presencia de fenómenos de origen transitorio, estos
generalmente son sobrevoltajes con magnitudes
superiores al nominal que resultan de una condición
resonante establecida entre la reactancia inductiva del
sistema y la capacitancia distribuida a tierra durante una
falla monofásica [1]. Estas sobretensiones transitorias
presentes en las fases sanas son destructivas, ya que
causan fallas en el aislamiento en múltiples ubicaciones
del sistema y particularmente en los generadores.
Otro problema asociado a la ocurrencia de fallas
monofásicas sostenidas es el exagerado tiempo que se
emplea para localizar la falla, aspecto que, sin importar
el procedimiento que se siga, afecta notablemente a la
continuidad del servicio. A esto se suma el hecho de que,
si no se puede ubicar la falla antes de que ocurra una
segunda falla monofásica, se producirá una falla bifásica
[2].
Todo el sistema de protecciones de la red de ELEPCO
está coordinada en función de las protecciones de
sobrecorriente, de tal forma que al no existir una
conexión a tierra que permita el flujo de corrientes de
falla las protecciones en la central Illuchi I no operan
coordinadamente con el resto del sistema interconectado.
En este contexto, cualquier contingencia que ocurra en el
nexo eléctrico comprendido entre la subestación Illuchi I
y la subestación El Calvario ocasiona la desconexión
innecesaria de elementos.
En este artículo se presenta la especificación de un
transformador Zig-Zag para la puesta a tierra del sistema
eléctrico de la Central Illuchi I. Para el efecto se realiza
una modelación en DigSilent Power Factory mediante la
cual se obtienen los parámetros eléctricos y
características constructivas del transformador,
especificaciones que permiten estimar los costos para la
implementación de esta solución técnica por parte de la
Empresa Eléctrica Provincial de Cotopaxi.
La operación del transformador Zig-Zag permitirá la
circulación de corrientes de secuencia cero por sus
devanados, posibilitando la coordinación del sistema de
protecciones de sobrecorriente, adicionalmente evitará
daños en el aislamiento de los equipos dada la reducción
en la magnitud de los sobrevoltajes transitorios esperados
en fases sanas, evitando la salida innecesaria de
elementos del sistema y las pérdidas económicas
asociadas a la indisponibilidad de la central.
A continuación, se presentan conceptos,
características de funcionamiento y parámetros técnicos
de dimensionamiento y selección del transformador Zig-
Zag, seguido del procedimiento utilizado para la
modelación y determinación de los parámetros del
transformador Zig-Zag de puesta a tierra propuesto.
Finalmente se detallan y analizan los resultados, luego de
lo cual se presentan las conclusiones y recomendaciones.
2. TRANSFORMADOR DE PUESTA A TIERRA
ZIG-ZAG
El transformador de puesta a tierra en Zig-Zag
permite convertir un sistema trifásico de tres hilos sin
conexión a tierra en un sistema trifásico de cuatro hilos
con conexión a tierra. La función principal de un
transformador de puesta a tierra es crear un camino de
baja impedancia para la corriente de secuencia cero
durante una falla a tierra o en condiciones de desbalance
de carga, esto con la finalidad de reducir la magnitud de
posibles sobrevoltajes.